Damián Salas es el nuevo campeón de la WSOP

La euforia de Salas y todo su equipo tras la obtención del título.
Apenas comenzó el año 2021 y Latinoamérica ya está en lo más alto de la escena del poker a nivel internacional. Anoche, en un encuentro vibrante, el argentino Damián Salas se coronó como el campeón indiscutido de la última edición de la World Series of Poker (WSOP) tras superar al estadounidense Joseph Hebert en un mano a mano más que reñido. La final se jugó en el Rio All-Suite Hotel & Casino de Las Vegas, Estados Unidos.
La extensa partida duró más de seis horas y media. Salas se hizo con un premio valuado en un millón de dólares, además de calzarse el tan ansiado brazalete de oro y diamantes. De esta forma, ‘Pampa’ (como se conoce a Salas en el planeta poker) escribió su página más brillante en la historia grande de los paños verdes. Gaming & Media News te cuenta el camino a la gloria de quien se convirtió en el tercer argentino en conseguir el brazalete, tras Iván Lucá y Andrés Korn.
LA PREVIA
Salas se presentó como el ganador del Main Event de la WSOP referido al Resto del Mundo (US$1,5 millón de ganancias). Este Main Event contó con una modalidad híbrida -online y presencial- desarrollada por WSOP junto con la plataforma digital GGPoker, tanto para jugadores estadounidenses como para aquellos que residieran en otros países. En este sentido, el argentino primero superó una sesión inicial y después se hizo con el Día 2 del evento. Finalmente, se enfrentó al brasileño Brunno Botteon, le ganó y se coronó como ‘campeón internacional’ de esta competición disputada en el King’s Casino de Rozvadov, República Checa.
Su popularidad había despertado el amor y la curiosidad de los cibernautas, que lo habían puesto como el jugador más buscado en Internet, según el portal The Hendon Mob, aún por encima de grandes nombres como el inglés Stephen Chidwick o los norteamericanos Phil Hellmouth y Phil Ivey. No es para menos, porque el argentino previamente venía de lograr un tercer lugar en el World Poker Tour (WPT) Main Event Championship, con un premio de 814 mil dólares. Sin embargo, el camino hacia Las Vegas no fue fácil. De hecho, la final estaba pautada para el miércoles 30 de diciembre. Sin embargo, parece que Estados Unidos no reconoció el certificado de excepción de Coronavirus tramitado por la WSOP. Por ende, dicho país le negó la entrada a Salas por haber estado en Europa hacía menos de 15 días, pese a que el jugador había dado negativo de COVID-19 en los hisopados previos correspondientes. “Quedé muy disconforme con la organización. Se los dije con absoluta claridad. Me pareció una falta de respeto cómo coordinaron todo, porque me ocasionaron muchos inconvenientes”, se quejó Salas. Así, se decidió posponer la final para la noche del domingo 3 de enero de 2021.
EL ESPERADO ENCUENTRO
La mesa del Rio All-Suite Hotel & Casino ya estaba preparada y los jugadores se presentaron pasadas las 22 horas de Argentina, con un stack inicial de US$500 mil para cada uno. Salas dominó la escena durante los primeros seis niveles, que se jugaron a veinte minutos por nivel. Antes de llegar al primer descanso y con las ciegas en 3 mil y 6 mil, Salas ya contaba con 557.000 fichas contra 443.000 de su adversario. Al regreso del parate, Salas logró imponerse con 617 mil fichas contra 383 mil de Hebert. Parecía que la victoria estaba cerca, pero, en un juego tan cambiante como el poker, nunca hay que anticiparse. En las siguientes manos, el estadounidense comenzó a recuperarse al obtener 145 mil fichas y luego tomó la posta al quedarse con 528 mil fichas. Mientras tanto, Salas estaba en 472 mil. Luego, Hebert profundizó la crisis de Salas al aumentar su ventaja en 828 mil fichas.
El oriundo de Chascomús, provincia de Buenos Aires, no aflojó y dejó el resto. Apostó lo que le quedaba, invitó a doblar y fue recuperándose de a poco con 268 mil fichas, ante el dominio de su adversario, que reunía 732 mil. La remontada continuó durante varias manos seguidas, en las que Hebert no pagó ni una vez ante la presión de Salas. Éste, por su parte, elevó su caudal a 540 mil fichas.
LA ARREMETIDA FINAL
Salas retomaba el liderazgo y la suerte parecía volver a sonreírle, pero el destino todavía le pondría una última prueba. El argentino estaba arriba, pagó un all-in de Hebert valuado en 380 mil, lo perdió y quedó al borde de la eliminación otra vez con cinco ciegas. Eran 240 mil fichas del latinoamericano contra 760 mil del norteamericano. Salas acumuló algunos pozos y culminó el all-in por 390 mil. Si algo no le faltó a este encuentro final fue épica. Nuevamente, Salas recuperó el liderazgo: 780 mil fichas ante 220 mil. Era una ventaja que ya no desaprovecharía. En la mano 173, el norteamericano apostó todas sus fichas y Salas terminó pagando. El argentino ofreció una mano en K de diamantes y J de picas. Hebert se presentó con el As de picas y Q de picsa. El flop mostró 5 de tréboles, K de picas y 8 de picas. El turn reveló el 5 de diamantes y el river, la K de tréboles. De esta forma, Salas levantó los brazos triunfante. Así, se tomó revancha de aquella chance perdida en 2017 (finalista del Main Event de la WSOP, quedó 7º), y dejó al poker argentino y latinoamericano situado en la cumbre del planeta.