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Cajal: “Actualmente, el SimRacing vive un boom”

En el mundo real, Cajal fue corredor de karting.

¿Cómo se dio tu llegada al SimRacing y de qué manera creciste a partir de entonces?

Se dio casi de casualidad porque no tenía ninguna intención de convertirme en un SimRacer profesional. De hecho, no contaba con ninguna consola hasta que llegó la PlayStation 4. Incluso, la compré bastante después de cuando salió. Un día, recordé que faltaba poco para mi cumpleaños y me regalé un volante. En ese momento, tenía el juego Gran Turismo. Desde entonces, empecé a practicarlo tanto y me gustó de tal manera que, a la semana, ya estaba en un Top 10 de la región. Decidí involucrarme más seriamente. Vi que había un equipo llamado Orma, que tenía varios pilotos entre los mejores diez. Le escribí a uno de ellos y me derivó con otra persona. Hablé, me invitaron al equipo, empecé a ser parte y a partir de ahí, se abrió un mundo nuevo para mí. De pronto, estaba compitiendo al más alto nivel en Latinoamérica.

¿Alguna vez corriste con autos reales?

Todavía no tuve la suerte de subirme a un auto de carreras de verdad. Lo que sí hice fue correr un año y medio en karting, con mucho sacrificio y esfuerzo. De hecho, llegué a comprarme el mío propio. En ese entonces, le pagaba a un motorista, con el que dividíamos a la mitad el trabajo. Incluso, me quedaba a dormir en el cartódromo con mi novia para armar el karting a la mañana siguiente, con la idea de hacerlo antes que cualquiera de mis competidores. Fue algo que disfruté muchísimo. Como apasionado de los ‘fierros’, fue un momento único. Desde la largada hasta la bandera a cuadros, todo representó un sueño hecho realidad. Ojalá pueda repetirlo.

Tienes varios laureles en tu carrera: un subcampeonato en Gran Turismo Sport World 2018 de Mónaco, un quinto lugar en el World Tour París 2019 y el subcampeonato en el Pro Am Race World Tour Hangar 7. ¿Qué recuerdas de esas experiencias?

Han sido logros inigualables; en especial, la final del mundial, que fue una locura. Ni siquiera esperaba clasificar. La carrera estaba en su tramo final y ya me sentía conforme con el quinto puesto, pero nuestro compañero japonés aprovechó la succión de una manera excelente y comenzó a superar a varios autos hasta quedar segundo. Cuando terminan de enfocar al auto que iba primero, lo hacen con el nuestro. Ahí entendí que éramos subcampeones del mundo. Cuando el auto cruzó la línea final, me desahogué con un grito de alegría. Fue distinto a todo lo que viví, considerando que soy fan del juego desde siempre.

¿Qué diferencia hay entre el SimRacing y otros títulos deportivos virtuales? ¿Cuál es su principal atractivo?

Es distinto porque no se usa un teclado, un mouse o un joystick. Busca más realismo al utilizar un volante y pedales. También, se diferencia por la cantidad de público que acumula. Los demás títulos deportivos tienen más público que el automovilismo virtual, que está en pleno crecimiento y va a llegar a una gran cantidad de gente.

El fútbol muchas veces suele ser resultadista y no se valora un segundo puesto. Desde lo personal, ¿cómo tomas tus dos subcampeonatos en alto rendimiento?

El fútbol es muy resultadista, sí, pero el automovilismo también. Además, se trata de un deporte muy individualista. Esos segundos puestos los atesoro porque valen oro. ¡Fui parte del segundo mejor equipo del mundo del Gran Turismo Sport! Pensemos que, actualmente, 11 millones de usuarios tienen ese juego y nosotros subimos al podio. Los que dicen que el segundo es el primer perdedor es porque probablemente nunca estuvieron en los primeros puestos de nada.

Si bien en Argentina y en muchos países de Latinoamérica, el fútbol es casi una religión, el automovilismo también resulta muy popular. ¿Sucede lo mismo en el mundo de los Esports?

El automovilismo virtual todavía no le gana al fútbol en Argentina, más allá de que los dos son importantes. El SimRacing recién está empezando a crecer y, actualmente, vive un boom. La comunidad tuvo mucho que ver con el progreso y popularidad del juego. El fútbol mueve números superiores. Sí creo que las carreras van camino a ser uno de los deportes más lindos para mirar, y con más espectadores.

¿Cuál crees que es el nivel de la Argentina en la competición de SimRacing en comparación con el de otros países de la región?

En Argentina, tenemos un excelente nivel. Con respecto a Latinoamérica, quizás no somos el país más fuerte, pero contamos con pilotos que pueden competir en la más alta categoría, sin lugar a dudas. La realidad de nuestro país muestra que no hay una elevada cantidad de usuarios porque, para practicar el SimRacing de manera profesional hace falta una inversión grande, pues los volantes, el simulador, la consola y el juego no son baratos. Por su lado, para disfrutar de otros títulos deportivos, sólo se requiere de una consola y un joystick. Está claro que hoy, en Argentina, no nos sobra el dinero.

¿Qué anécdota puedes compartir con nuestros lectores sobre tus vivencias dentro del universo de los Esports?

En mi primer viaje hacia la final de Mónaco, sabíamos que, en un momento, estaba planificada la presencia de un invitado sorpresa. Esa sorpresa resultó ser Lewis Hamilton, el piloto de Mercedes. Cuando lo vi allí, al lado nuestro, no lo podía creer. ¡Estaba junto al actual campeón mundial de la Fórmula 1! Conversó con nosotros, pudimos hacerle algunas preguntas y, finalmente, todos nos sacamos una fotografía con él. Formamos una fila para luego subir a un podio y que nos tomaran la fotografía de manera individual. Cuando llegó mi turno, le dije que es un fenómeno y le hablé sobre mi fanatismo por Ferrari. Incluso, le mostré el casco de Michael Schumacher que tengo tatuado. Ambos reímos y me confesó también su amor por el ex piloto alemán. Fue inolvidable.

¿Hay algún consejo que puedas darle a alguien que quiera profesionalizarse y dedicarse a las carreras virtuales?

Le diría que no deje de intentarlo, porque en el SimRacing no hay magia. Todo es entrenamiento, sacrificio, horas, dedicación y sentarse a girar, girar y girar. Además, resulta fundamental aprender de los propios errores y de los mejores pilotos. Siempre hay que tener un referente para poder mejorar. También insistiría en que no se frustren por el nivel competitivo y que busquen el apoyo de la gente que los rodea.

Este año, te sumaste al equipo de Maycam Evolve. ¿Qué sientes que puedes aportar al team?

Estoy feliz de que me hayan tenido en cuenta. Ya había charlado con ellos previamente. Tenía muchas ganas de formar parte y me lo hicieron saber. Antes, representaba a una escudería en la que me pagaban en dólares, y prioricé eso. Si bien no me arrepiento de la elección tomada en ese entonces, la realidad es que no estaba tan cómodo como me siento hoy acá. Me interesa el crecimiento, tanto colectivo como personal. Los deportes virtuales están avanzando a pasos agigantados. Vale más un equipo con objetivos precisos que quiera lo mejor para uno que otro que sólo espera resultados y entrega dinero a cambio. Acá hay mucho profesionalismo e ideas claras. Tengo la camiseta puesta y dejo todo en cada competencia. Siempre trato de representar al equipo de la mejor manera y ese esfuerzo vale más que el resultado final.

¿Qué metas tienes por delante?

Espero contar pronto con la PlayStation 5 y competir en el Gran Turismo 7. Dedicaré mucho tiempo a competencias online oficiales. Asimismo, seguiré aportando mi granito de arena para que el SimRacing crezca en Argentina y en Latinoamérica, que es el objetivo que me propuse después de la final de Mónaco en 2018.